DOUBLE INDEMNITY
Billy Wilder (1944)
por Julia Scrive-Loyer
Billy Wilder era un genio y se hace difícil pensar lo contrario a medida que vas viendo más de sus pelis. La astucia es parte inalienable de sus guiones, ya fueran co-escritos por Raymond Chandler, I.A.L. Diamond o Charles Brackett - y ya fueran comedia, cine negro o drama. Esos guiones eran luego potenciados por actores absolutamente humanos, que siempre parecen lograr traer sus propias características a la historia. La fotografía es exacta; siempre parece que era la única manera en que podía estar filmada. Double Indemnity no es ninguna excepción a todo lo que acabo de decir. Streisand es fuerte, tenemos por Edward G. Robinson todo el cariño que luego no le tendremos en Key Largo, y MacMurray diciendo “baby” cada cinco palabras es maravilloso.