LAURA
Pequeñas impresiones del 09 noviembre, 2023
En Laura, si las paredes hablaran en vez de escuchar, solo abrirían la boca para engañar. Una mujer joven ha sido asesinada y al detective de turno le tocará interrogar a sus amantes y allegados. Da igual si sospechas de uno o dos personajes, nadie está exento de escupir mentiras, ni si quiera la supuesta víctima. No existe una verdad absoluta porque, al menos a mí, me gustaría creer que incluso el final es falso: un sueño. La fantasía de un agente de la ley que de tanto exponerse investigando, se ha enamorado de una chica muerta, o, mejor dicho, de su propia concepción de ella.
La peli mantiene una atmósfera de desconfianza e intriga muy sólida. Se dan pistas y razones para sospechar de toda premisa y eso se disfruta. Cuando parece que el caso se va a aclarar, un testimonio da la razón y a la vez desmiente todo volviendo al comienzo. Mi único problema fue con la resolución, no por quién fue el asesinó o la forma de atraparlo, sino, por alimentar el “male gaze” del detective que se queda con la chica guapa a los dos días de conocerla.
Daniel González Durán
Laura creo que fue la mejor manera de comenzar el Noirvember, tiene la magia y esencia del cine noir, la forma en que estas cosas le pasaban a estos personajes, que realmente no eran personas malas, no eran asesinos sino que distintos sucesos los llevaban a convertirse en esto que vimos en Laura. Honestamente esta película voló mi mente con los tremendos giros que tuvo, nunca pude acertar a pesar de hacer miles de conjeturas y querer adivinar el culpable. No, no lo pude descubrir. Me fascinó la forma en que Waldo nos logró engañar, nos estafó y creo que el hecho de haberle creído fue lo más fascinante de descubrir que fue él.
Selena Polanco
El film noir es conocido por su pesimismo y cinismo, presenta protagonistas detectivescos, un entorno sórdido, iluminación tenue y un tono trágico.
Preguntas que sé que muchos nos hemos hecho sobre la realidad que se nos presenta en el el film son, por ejemplo, ¿Existe Laura Hunt, o es sólo una proyección de los deseos y las fantasías de estos personajes masculinos y con estereotipo de macho alpha? Leyendo sobre estas teorías y cómo profundizar en psicología sobre los personajes, una de ellas me ha llamado la atención como para resaltar en este comentario.
Para Waldo, Laura es un tesoro más que puede poseer y exhibir, cuando los celos lo atacan por su amante Shelby Carpenter, la quiere mantener alejada, resguardada del mundo. Para Shelby, Laura es un accesorio lujoso de donde puede atraer la atención de los demás. Hasta para el detective, ella es algo totalmente diferente a lo que su personaje pudiera contarnos, “as a sexless vessel for male projection”. ¿Puede él haberse enamorado de una mujer muerta? ¿Ha idealizado a la víctima hasta llegar a un auténtico estado de obsesión?
Laura quizás sea un personaje caracterizado como un ser superior. Quizás por eso el cineasta ilumina su retrato con una luz particular, que le otorga un aire casi santificado. Me recuerda mucho a los primeros planos que se le hacían a Joan Crawford en sus películas más emblemáticas. Preminger hace intentos por “normalizarla” o crear de su personaje uno más terrenal, para crear un contraste entre la manera en la que es percibida por aquellos que la rodean. Otro ejemplo principal es que de las pocas veces que la vemos en algo parecido a un primer plano de estrella de cine Hollywoodense, es bajo interrogatorio, con una luz dura y poco halagadora brillando en su rostro, insistiendo en el escrutinio, castigando su belleza.
Algo que encuentro curioso es: no hay indicios de que Lydecker se sienta atraído por McPherson y, sin embargo, parece extraño saludar a un detective de policía desnudo. La censura cinematográfica en los Estados Unidos fue una característica frecuente de la industria casi desde el comienzo de la industria hasta el fin de una fuerte autorregulación en 1966.
Alma González
En esta elegantísima propuesta de murder mystery por Preminger, conocemos a la “póstuma” y eternamente idealizada Laura. A quien conocemos siendo simplemente un retrato. Gracias a su adorable OST y a través de los testimonios de cuestionables caballeros que la amaban nos familiarizamos con aquella mujer del cuadro y a la vez nos enamoramos de estos pedazos de Laura que vamos recolectando.
En unos espacios ostentosos y hermosamente adornados nos enredamos en este drama de alcurnia, y una vez conocemos a la aclamada Laura, entendemos que las historias no son delirios de amor de sus cuestionables amantes. Y al igual que estos hombres, caemos en su hechizo. Y gracias a aquel magnetismo, que usa como poder silente pero punzante, nos embruja, haciéndonos dudar de su inocencia hasta los últimos minutos. ¡Otra icónica femme fatale para los libros!
Sofía Gómez
La película hace un gran trabajo en dejar que la audiencia también pueda tener parte en este misterio. En el primer tercio del filme, Waldo habla con McPherson sobre cómo conoció a Laura; cantaba alabanzas y demostró su amor por Laura con una descripción que la pintaba como esta perfecta figura que necesitaba ser protegida de mujeriegos. Este momento es importante, ya que en el proceso de esta descripción, Waldo ha presentado hacia el mundo sus peores cualidades: su obsesión insalubre y carácter manipulador hacia esta mujer que apenas había conocido, un hombre capaz de matar a alguien por su definición distorsionada de amor. Esta pequeña conversación fue lo que colocó a Waldo como el sospechoso número 1 en la lista del investigador McPherson, y así lo fue por el resto de la película. Cuando McPherson decide interrogar a Laura le dice “99% de mí dice que eres inocente, solo quería deshacerme se ese 1%”, creo que este también fue el caso para los demás sospechosos, ya que en la cena con Waldo, este salió 99% culpable.
Vinicio Hernández