AMOR Y TIEMPO: REVISITANDO EL UNIVERSO DE WONG KAR-WAI
por Lauren Fernández
“No sirve de nada encontrar a la persona indicada si el momento no es el adecuado. El amor es una cuestión de tiempo".
Happy Together, Fallen Angels, In The Mood For Love, Chungking Express, 2046, As Tears Goes By, Days of Being Wild y The Hand, son las películas que hace un año aproximadamente descubrí por pura casualidad — uno de los factores que se imponen en las historias de Wong Kar-wai para que las conexiones sean inevitables. A partir de In The Mood For Love, cuando la vi por primera vez en una sala de cine, contemplando todo el color rojo que mis ojos podían soportar y acompañada de la intensidad musical que emana todo el film, supe que las verdaderas líneas del amor estaban escritas por Wong Kar-wai. Mi deseo de alcanzar el amor y entender su complejidad, como el de la señora Chang y el señor Chow, me impulsó a ver sus otras películas. Lo que encontré fue una filmografía de respuestas plasmadas a través del tiempo. Hoy en día, revisitar esas películas, ahora restauradas en una mejor calidad, es como volver las memorias perdidas de nuestra niñez y adolescencia desde cualquiera que sea nuestra posición en el presente. Siempre queremos volver atrás, a donde fuimos felices, como el tren lleno de pasajeros que viaja al 2046 para recuperar sus recuerdos. Un viaje interminable.
Cuando llegué a Fallen Angels hice un click inmediato con lo impredecible y lo arriesgado, no hay espacio en la historia para el recuerdo, el tiempo avanza y el círculo de poder y no poder amar se vuelve grande. Es sólo la ciudad de Hong Kong quien observa todos los acontecimientos que suceden: placer, disparos y amores imposibles. Al final, la vida continúa encima de una motocicleta y con una persona que no está supuesta a ser correspondida.
Chungking Express me hizo volver a reír y a tener esperanza, a pesar del agridulce sentimiento de no poder controlar ninguno de los eventos que surgen entre el policía 663 y Faye. Solamente el restaurante Midnight Express tiene el poder de controlar el momento clave de cada personaje que va a comer allí, incluyendo al policía 223. Basado en eso y en mi experiencia, la comida tiene algo mágico que domina o encanta a las personas por un momento, algo que también se nota en In The Mood For Love. Es triste y melancólico cuando el efecto de la comida termina. La realidad es que todo tiene fecha de caducidad, menos los recuerdos.
En cambio, en Happy Together, no existe el efecto de la comida, lo que existe es un interminable mal de amor entre Tony Leung y Leslie Cheung, quienes me invitan nuevamente a entrar en una inmensa melancolía. Una experiencia muy dolorosa por el resultado de querer empezar una y otra vez. Como espectadora, este es otro hecho de querer volver a ver casi toda la filmografía de Kar-Wai y es el riesgo de quien quiera verla por primera vez. El amor de estos dos hombres es infinito pero el tiempo se encarga de disolverlo y las palabras quedan atrapadas en una grabadora albergando paz, desde donde todo empezó.
Es difícil volver a ver 2046. Lo que provocan las relaciones del personaje de Tony Leung a lo largo de toda la película es un síntoma castigador. Cada decisión, cada regreso y cada beso lleva el peso de la venganza de un amor perdido en el pasado, e ir de viaje incontables veces al 2046 es el alivio que ofrece el tiempo y el resultado de las memorias que se escriben en el presente. Para mí es la película más agotadora emocionalmente de Wong Kar-Wai. Lo mismo sucede con su cortometraje The Hand, donde los personajes le tienen miedo al futuro, no ven una salida hacia él y llevan al espectador a preguntarse si realmente queremos el futuro y si de verdad vamos a encontrar algún consuelo allí, a pesar del peso del pasado.
En cuanto a Days of Being Wild, siento esta película como siento el amor en estos días: complejo y despiadado. Esta historia me impregna con el más profundo y desesperante propósito de encontrar conexión humana, llevándome al extremo de una terrible turbulencia emocional, soledad y amor no correspondido. En este film, vuelvo a encontrar la frustración del deseo en los personajes y en mí.
Dentro de este universo, puede que As Tears Go By sea un sacrificio de ver, es una mezcla de violencia y amor. Es como empezar una relación, pausarla y luego retomarla con la esperanza de que pase algo extraordinario e imposible de detener. Más adelante, esta historia se traduce en tenerlo todo por un momento y de repente no tener nada. Pero de todas las películas de Kar-wai, ésta es la que menos reprime el deseo de amar. Creo que al ser su primera película, los sentimientos de la juventud y de un corazón genuino y no tan maltratado se dejan ver en ella. También, en este film, Maggie Cheung empieza a moldearse para convertirse en una actriz exclusiva del universo de Wong Kar-wai hasta darle vida a la señora Chang en In The Mood For Love.
Lo último que me queda por decirles sobre este universo expandido en varias épocas y personajes, es la afirmación de que el amor es un sentimiento que está presente en todo momento y para Wong Kar-wai es importante y profundo. Y es verdad que tenemos el poder de escoger a quién le vamos a hacer sentir nuestro amor y a quién le vamos a permitir que libere su amor sobre nosotros. Pero al final, el amor se vuelve intocable, rigiéndose por su propia fuerza y por su propia naturaleza.