BRINGING UP BABY
HAWKS, 1938 | Bringing Up Baby es una de esas películas que sería ilógico que no me gustaran: años 30, screwball comedy, Katharine Hepburn, Cary Grant, Howard Hawks. No sabría qué más agregarle para que fuera más perfecta. Tiene la magia de la atmósfera de la década — con los vestuarios icónicos de Hepburn —, la inteligencia y rapidez de los guiones de screwball comedy, la química de Hepburn y Grant, y claro, la maestría de Hawks no sólo en su manejo de la trama y la puesta en escena, sino sobre todo en lo que era grande: en los personajes y sus relaciones. Tal vez, como siento que todo lo que compone y rodea Bringing Up Baby es familia mía, no pueda ser realmente parcial al respecto. Supongo que la única solución es que la vean, si no la han visto, y entiendan por qué Bringing Up Baby es icónica en su género. Les aseguro que no tienen nada que perder, mucho menos su tiempo. — Julia Scrive-Loyer